Eva Herráiz, de 6º curso de Villalba de la Sierra, consigue terminar La Gran Carrera Monstruosa de la biblioteca del cole. La última prueba, escribir un relato, la culminó así:
EL PIRATA ROBERTO
Erase una vez un barco en el que vivía
Roberto. Roberto era un chico que le encantaba navegar por los mares con su
barco llamado “La Druina”. Él vivía con su madre Alexia y su hermano pequeño
Milan. Eran una familia inseparable que cuando se distanciaban unos metros ya
se echaban de menos unos a los otros.
Un día llamaron a Rober para decirle que unos
piratas venían hacia allí y que tenían que ir los hombres en un barco o varios,
a atacar a los piratas para que no llegaran a tierra y atacaran a las mujeres y
niños. Los hombres mayores de 16 años tenían que ir obligatoriamente. Roberto
no quería irse porque iba a estar mucho tiempo sin ver a su hermano y a su
madre. Él sentía mucha pena pero luego pensó que si no iba, puede que atacaran
a su madre y hermano. Aunque él no quería, decidió ir.
Al día siguiente el barco zarpó del puerto. Roberto
cuando subía al barco vio a su madre y hermano llorando. Él en ese momento
quiso bajarse del barco y quedarse con ellos, pero él pensó que lo mejor era
irse y todo el rato lo pensaba.
Iban a mitad de camino cuando de repente 100
o más barcos iban por el agua delante del barco de Roberto. Cuando se dieron
cuenta los tripulantes del barco de Roberto, los 100 barcos o más ya estaban detrás
de ellos. El capitán dijo que no había nada que pudieran hacer frente a eso. Cuando
llegaron a tierra el pueblo donde vivían estaba destrozado. Roberto empezó a
buscar a su madre y hermano, pero no estaban. Cuando se fue a su casa, encontró
el cuerpo de su madre sin vida, pero del de su hermano Milan no había rastro. Se
puso a llorar. Cogió el cuerpo de su madre y lo enterró en una tumba que decoró
con flores muy bonitas, en un lugar escondido entre zarzas. Cuando las pasabas se
veía un lugar maravilloso, donde Roberto siempre iba y recordaba los momentos más
especiales que había pasado con su madre. Mientras, su hermano siguió
desaparecido.
Roberto cogió toda la comida que tenía y todo
el dinero y embarcó en su barco con la esperanza de que algún día encontraría a
su hermano Milan en algún lugar del mundo.
Roberto fue muy valiente al ir a luchar, pero
no mereció la pena.
Diez años más tarde Roberto se caso y tuvo
dos hijos, una niña y un niño llamados Guadalupe Lorca Cáceres y Francisco
Lorca Cáceres.
Tenían ya cinco y siete años. Un día Roberto fue
a comprar el pan y se encontró a Luis un hombre que le resultó muy familiar. Cuando
se hablaron, Roberto vio una marca en el hombro que era exactamente igual que
la de él.
Se conocieron cada vez más y más y más hasta que Roberto
descubrió que Luis se apellidaba Lorca Soria, como él. Investigaron y
descubrieron que eran hermanos.
Roberto le preguntó que cómo acabó allí. Él
dijo que recordaba que unos piratas le atacaron. Se fue corriendo al bosque y
se metió en una cañería. Los piratas llegaron hasta donde estaba él y se tuvo
que meter más dentro y más y más y más hasta que vio un poco de luz y salió.
Después de cuatro días allí, lo adoptó
una pareja de recién casados y desde entonces llevaba viviendo con ellos.
Al final todo acabo otra vez mal. El hermano
de Roberto volvió a desaparecer y no supo nada más de él.
Roberto siguió viviendo con Dolores y sus dos
hijos, Guadalupe y Francisco. FIN